En
anteriores posts hemos hablado sobre qué son las ludotecas y por qué son
necesarias. Con este post queremos realizar un pequeño recorrido por la
historia de estos espacios.
La
primera ludoteca (Toy loan) fue fundada en 1934 por la Sra. Infield en Los
Ángeles. Al principio era una copia del funcionamiento de las bibliotecas pero
la diferencia entre los dos espacios es que en la primera era que se prestaban
juguetes.
Toy loan |
No
fue hasta años más tarde, concretamente en 1959, que surgió la primera ludoteca
en Europa. Esta primera ludoteca fue creada en Dinamarca. Desde
la publicación de la Carta de los Derechos del Niño en 1959 las ludotecas,
unido a la UNESCO, iniciaron un proceso de expansión como espacios
facilitadores de juego en diferentes regiones. Por
otro lado, las ludotecas son relativamente nuevas en España. Estas surgieron
alredor de los años 80. La primera ludoteca se inaguró en 1980 (Margarida
Bedòs) en la ciudad de Sabadell. Un año más, en 1981, apareció la
primera ludoteca en Barcelona (La Guineu).
El
motivo de que las ludotecas surgieran en esta época es que fue un periodo en el
que comenzaba el cambio social en el país. Tras la instauración de la
democracia, la educación tradicional quedaba obsoleta. La función de todos los
agentes comunicativos (escuelas, guarderías, centros infantiles…) era ahora
formar a los niños y las niñas para un futuro moderno en el que la educación en
el tiempo libre y los organismos públicos eran cada vez más importantes. Las
ludotecas permitían que el centro de la educación fuera la infancia, en lugar
de el/la docente. Además, las ludotecas traían consigo un modelo de aprendizaje
que incorporaba la motivación, el aprendizaje por autodescubrimiento, el trato
igualitario entre niños y niñas o la coeducación.
Las
ludotecas, en España, siguen principalmente dos modelos que conviven desde sus
inicios hasta la actualidad, basados en los mismos principios pero con
estructura diferenciadas. Por
un lado, el primer modelo ha nacido directamente de la experiencia en
Bélgica. Este modelo se basa en la actividad lúdica y sigue la
definición del préstamo del juguete como eje, el juguete se convierte
para la ludoteca lo que el libro en la biblioteca. A partir de ahí, niños y
niñas, acompañados o no, pueden jugar en el local, pueden disfrutar del
préstamo del juguete y cuenta siempre con el asesoramiento y labor del
ludotecario o ludotecaria. El segundo modelo, gestionado España, más concretamente en Cataluña,
y siendo el modelo que siguió poco después País Vasco y otras comunidades
autónomas, está orientado a compensar desigualdades económicas, culturales y
sociales. Planteadas en barrios desfavorecidos en sus orígenes, busca que la oportunidad
de desarrollo que ofrece el juego llegue a todas y a todos.
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